Cocinar es un estado emocional
en el que transcurre
gran parte de mi vida
Recuerdo la dedicación y la pasión que mi familia compartía en la cocina, con el deseo de imitarles, siendo muy pequeña, comencé a cocinar. Algunos de los sentimientos de aquella época, son hoy valores de mi profesión: respeto, pasión, creatividad e innovación.
Mi formación en el arte gastronómico se sustenta en los conocimientos y experiencia recibidos en LE CORDON BLEU PARIS, donde obtuve el título: Le Grand Diplome. Confío en ésta y otras escuelas la continuidad de mi formación y especializaciones gastronómicas.
La pasión durante el proceso y la ilusión de compartir el resultado de una elaboración, me acompañan desde niña, magia inalterable que, en mi caso, el aprendizaje potenció.
Mis orígenes caribeños forjaron
un cariño especial a la
gastronomía caribeña